Precalentar el horno a 180ºc. Separar las claras y las yemas y batir las últimas junto al azúcar, con barillas eléctricas hasta que se blanquee.
Por otro lado montar las claras a punto de nieve.
Tamizar el cacao sobre la mezcla de las yemas y añadir las claras moviendo lentamente para no perder el aire.
Verter en la bandeja de horno con papel sulfurizado y estirar bien para conseguir una plancha. Hornear unos 20 minutos.
Sacar del horno, recortar los bordes duros y dejar reposar enroscado en otro papel sulfurizado una media hora hasta que se enfríe completamente.
Montar la nata con un poco de azúcar.
Estirar el bizcocho y pincelar con licor, sirope o mermelada diluida para que no quede demasiado seco.
Cubrir con la crema dejando el último cuarto de bizcocho sin relleno para poder cerrarlo, espolvorear las galletas troceadas y un poco de chocolate y cerrar ayudandonos del papel de horno.
Colocar con el cierre hacia abajo y congelar un par de horas para evitar que se desparrame (esto es por seguridad, ya que no tiene porqué desparramarse).
Una vez esté más compacto, se puede espolvorear de azúcar glass, cacao en polvo o incluso nata, al gusto de cada uno y listo.
Pelamos los 6 dientes de ajo y los ponemos en el mortero con algo de pimienta, el perejil, la albahaca y el azafrán. Machacamos hasta conseguir una pasta.
Salpimentamos el conejo y lo doramos en una cazuela unos 5 minutos.
Agregamos el majado a la cazuela (limpiando el mortero con el vino), con el laurel y la media cabeza de ajos y sofreímos unos 2 minutos, removiendo bien para que el conejo se impregne de la mezcla.
Tapamos y cocinamos unos 10 minutos, destapamos y cocinamos hasta que la carne esté tierna.
Si la salsa se evapora mucho, añadiría un poco de agua, porque está para chuparse los dedos.
Lo primero es mezclar el yogur con la cúrcuma, el curry, el ajo granulado y sal. Cubrimos el muslo con la mezcla y lo dejamos en la nevera 1 hora.
Mientras cortamos la cebolla en juliana y la patata en gajos finos.
En una fuente de horno colocamos la cebolla y la patata le echamos un chorrito de aceite y un poco de sal y mezclamos.
Después de que el pavo haya reposado en la nevera lo ponemos encima de la cebolla y tapamos con papel de aluminio.
Precalentamos el horno a 180ºc y horneamos unos 45 minutos tapado, después le subimos la temperatura a 200 para que se dore y lo cocinamos otros 15 o 20 minutos.
Picar la cebolla, las zanahorias, el puerro y el hinojo en juliana y el pavo en tiras.
Picar los ajos y ponerlos a dorarse un poco en una cazuela con 2 cdas de aceite.
Añadir el resto de las verduras y cocinar hasta que se ablanden.
Mientras se cocinan las verduras, se puede ir haciendo la pasta, poniendo agua con sal hasta que hierva y añadiendo la pasta para cocerla el tiempo que marque el paquete.
Cuando tengamos la verdura pochada la ponemos hacia los bordes de la cazuela y colocamos en el medio las tiras de pechuga y salamos ligeramente.
Cocinamos la carne hasta que no se vea cruda, añadimos un chorrito de salsa de soja y damos un par de vueltas para mezclarlo todo.
Solo queda echar los espaguetis escurridos y remover.